Vio que remaban con dificultad, porque tenian el viento en contra.A la madrugada, fue Jesus hacia ellos caminando sobre el agua..........(Marcos 6:48).
Un esfuerzo violento no puede ejecutar el trabajo que Dios ha dado al hombre para que lo haga. Solamente el mismo Dios, que siempre obra sin violencia y que nunca se fatiga, puede llevar a cabo el trabajo que El asigna a sus hijos. Cuando ellos tranquilamente confían en El para hacerlo, entonces el trabajo se hará bien y terminara. El procedimiento para permitir que El haga su trabajo por medio de nosotros, consiste en participar plenamente de nuestro Señor Jesucristo a través de la fe y El ha de llenar nuestras vidas con su Espíritu.
Un cierto hombre que aprendió este secreto dijo una vez, “Vine a Jesús y bebí y creo que jamás volveré a estar sediento. Como divisa en mi vida he tomado, “NO trabajar con exceso, sino rebosar” y esto ya ha causado una gran diferencia en mi vida. En el rebosar no existe esfuerzo. Es una quietud irresistible. Es la vida normal del cumplimiento omnipotente e incesante al cual Cristo nos invita hoy y siempre. AMEN
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